Las elecciones europeas de junio de 2024 serán de extraordinaria importancia para la Unión Europea y sus ciudadanos. Lo que está en juego es nuestro futuro. En el mundo, asistimos al retorno de las potencias imperiales, estamos amenazados por la guerra en nuestro continente y el peligro de su expansión, mientras que la democracia está siendo atacada; y, al mismo tiempo, debemos hacer frente al reto de la inteligencia artificial, el cambio climático, los grandes flujos migratorios y las crecientes desigualdades.
En este contexto, la soberanía de los Estados europeos y su capacidad de acción política independiente son más insignificantes que nunca.
Ante un cambio tan profundo en la historia política de nuestro continente y ante los riesgos tan dramáticos que amenazan a nuestra sociedad, los abajo firmantes creemos que es nuestro deber unir en una red reconocible a quienes creen que la solución es la Federación Europea, tal y como se recoge en el Manifiesto de Ventotene, en las Resoluciones del Congreso de La Haya, donde nació el Movimiento Europeo Internacional, y en la Declaración Schuman. Casi 70 años después de que Jean Monnet fundara el Comité de Acción para los Estados Unidos de Europa, queremos aprovechar su experiencia y sus enseñanzas para relanzarlo, y por eso lanzamos este llamamiento a los ciudadanos y a los partidos en vísperas de la votación para renovar el Parlamento Europeo.
Participación. En primer lugar, queremos recordar a los ciudadanos la importancia de su voto en las elecciones europeas de junio. La democracia funciona y prospera con la participación de los ciudadanos y se basa en la legitimidad y la confianza que los ciudadanos depositan en las instituciones. Votar es el primer acto fundamental en este sentido. Si queremos poder confiar en la Unión Europea para salvaguardar nuestra seguridad militar, económica y social -porque son ámbitos en los que necesitamos actuar como uno solo y en los que los Estados individuales son ahora impotentes-, es crucial que el consentimiento y la voluntad del pueblo queden demostrados en las elecciones.
Opción proeuropea. La elección que se hace al votar es igual de fundamental. Algunas fuerzas políticas señalan a Europa como la causa de nuestros problemas y piden su desmantelamiento, dejando más libres a los Estados miembros. ¿Pero libres para qué? Simplemente para luchar entre sí, para oponerse unos a otros sobre la base de intentar hacer valer sus propios intereses nacionales. ¿Seríamos así más fuertes y capaces de superar los retos que nos esperan? Los partidos que quieren debilitar la Unión Europea confunden el egoísmo con la libertad, que por el contrario se ejerce allí donde las instituciones la garantizan, respetando los intereses de todos y promoviendo al mismo tiempo el bien común y la solidaridad. Por eso es importante comprender que los partidos extremistas no sólo ponen en peligro a la Unión Europea, sino también a los pueblos de Europa y a cada uno de nosotros individualmente; y apoyar a los partidos políticos que se comprometen a construir una Unión Europea más unida, más capaz de actuar y de proteger a sus ciudadanos.
Debate paneuropeo. Las fuerzas políticas proeuropeas deben ser capaces de hablar a los ciudadanos sobre los retos y las soluciones europeas. Por ello, les pedimos que desarrollen un debate europeo para que los electores comprendan la dimensión transnacional de los retos, tomen conciencia del destino común y también del potencial que representa una Europa más fuerte, donde la cultura y la creatividad desempeñarían un papel más importante.
Hacia los Estados Unidos de Europa. Por último, las familias políticas proeuropeas apoyaron en noviembre de 2023 el proyecto de enmiendas a los Tratados del Parlamento Europeo, elaborado bajo el liderazgo y el programa del Grupo Spinelli en consonancia con las demandas expresadas por los ciudadanos en la Conferencia sobre el Futuro de Europa. Como consecuencia, estas fuerzas políticas también han incluido en sus programas electorales la reforma de los Tratados, fundamental para una mayor federalización de la Unión.
Como resultado, pedimos a los grupos parlamentarios proeuropeos reconstituidos tras las elecciones europeas que condicionen la elección del Presidente de la Comisión y de sus colegas al apoyo al lanzamiento de una convención para la reforma federal de los tratados.
También pedimos al Consejo Europeo de los días 27 y 28 de junio de 2024 que actúe con rapidez sobre la propuesta del Parlamento Europeo, de conformidad con el artículo 48 del Tratado de la Unión Europea, y que acuerde organizar una Convención Constitucional.
Esto es absolutamente esencial para que la Unión Europea disponga de las competencias, también en el ámbito de la defensa, los recursos y los mecanismos institucionales y de toma de decisiones necesarios para actuar con autoridad y eficacia tanto en el interior como en el exterior, y para proteger los valores e intereses de Europa y de sus ciudadanos.
La mayoría de las soluciones a nuestras preocupaciones y muchas de nuestras esperanzas se decidirán entre el 6 y el 9 de junio de 2024, con el voto europeo. Todo el mundo debería sentir claramente esta responsabilidad y comprender la importancia de lo que está en juego. Hoy, como en 1941 y 1950, nuestros esfuerzos creativos serán tan importantes como los retos y peligros a los que se enfrentan Europa y el mundo.