El fallecimiento del Presidente Napolitano entristece profundamente a la Asociación Jean Monnet, que se une a las condolencias de todos los europeístas y desea expresar su más sentido pésame a la familia y a la nación italiana.

Giorgio Napolitano ha sido protagonista de la política italiana durante más de 50 años, desempeñando importantes funciones institucionales tanto en Italia como en el extranjero.
En los años sesenta fue representante de Italia en las Naciones Unidas, donde se ocupó de temas como el desarme nuclear y la descolonización.

En 1975, como Ministro de Asuntos Exteriores del gobierno de Aldo Moro, Napolitano desempeñó un importante papel en la política europea, contribuyendo a la firma del Tratado de Roma. Fue miembro del Parlamento Europeo y dos veces Presidente de la República.

Napolitano siempre se ha guiado por una acérrima pasión europeísta, aunque acompañada de llamamientos explícitos y reiterados al fortalecimiento de las instituciones europeas y a la creación de una auténtica unión política, porque la moneda por sí sola no puede crear el cemento necesario que debe transferirse de las instituciones a los ciudadanos de Europa. Su admiración por Jean Monnet se manifestó en numerosas ocasiones y le llevó a escribir el prefacio de la edición italiana de sus Memorias, en el que escribió "Considero muy loable la publicación y difusión de las memorias de Jean Monnet, editadas en italiano con el título "Ciudadano de Europa", y siempre las releo con interés y admiración como extraordinario testimonio de lo que ha sido y lo que puede ser nuestro continente si no se pierde la memoria del magisterio y la paciente labor de Monnet".
En una lectio magistralis de 2012, Napolitano dijo: "No podemos detenernos" -escribió Jean Monnet ya en 1976- "cuando todo el mundo a nuestro alrededor está en movimiento". Y cuánto se ha movido el mundo desde entonces: se ha convertido en un mundo globalizado, en el que el desplazamiento radical, lejos de Europa, del centro de gravedad del crecimiento económico y de las relaciones internacionales ha provocado un riesgo innegable de que Europa se vuelva insignificante o quede marginada.
La lección de Napolitano y la de Monnet convergen y son hoy más pertinentes que nunca en la visión de una Europa que debe verse a sí misma como parte activa de un escenario global.
La Asociación Jean Monnet se fundó en 1986. Su primer presidente fue Etienne Hirsch, antiguo colaborador y amigo de Jean Monnet.
Su objetivo es crear un puente entre el pasado, el presente y el futuro de la Unión Europea, para explicar su actualidad y los valores fundacionales de la paz, la unión, la búsqueda del interés común, la tolerancia y el progreso, en particular a través de la vida y las enseñanzas de uno de sus principales padres fundadores, Jean Monnet.
A lo largo de los años, la Asociación ha intensificado sus esfuerzos para promover la memoria de Jean Monnet y, más en general, la identidad europea, con el apoyo muy apreciado de muchos de sus compatriotas.

Extracto de la carta de pésame enviada a la Excma. Sra. Emanuela D'Alessandro, Embajadora de Italia en París.