Homenaje a Emilio Gabaglio

Philippe Laurette

Noticias

14 de octubre de 2024


El mundo sindical europeo e internacional llora con profunda tristeza la muerte de Emilio Gabaglio, figura emblemática del movimiento sindical y de la integración europea. Emilio fue un líder de gran humanidad y visión estratégica, un hombre que trabajó incansablemente por la justicia social y la dignidad del trabajo en toda Europa.

Emilio Gabaglio ha dedicado gran parte de su vida al sindicalismo y a la construcción de una Europa social más integradora. Su carrera estuvo marcada por su compromiso como Secretario General de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) de 1991 a 2003, un periodo en el que Europa estaba redefiniendo su identidad política y económica a través de la expansión de la Unión Europea y la creación del euro. Gabaglio siempre ha situado en el centro de su trabajo la necesidad de proteger los derechos de los trabajadores en este proceso de transformación.

Gabaglio fue uno de los firmantes del acuerdo histórico entre la CES, la UNICE (ahora BusinessEurope) y el CEEP (ahora SGI Europe), que otorgó a los interlocutores sociales un papel clave en el proceso legislativo social, con la consulta obligatoria de los interlocutores sociales antes de adoptar cualquier legislación en este ámbito. Este acuerdo constituye la base del diálogo social europeo, elemento fundamental del modelo social europeo: el reconocimiento del papel activo de los interlocutores sociales en el seno de la Unión Europea representa un punto de inflexión decisivo para ambas partes, y confirma a Emilio Gabaglio en su papel de artífice de la nueva era de la Europa de los Pueblos.

Emilio Gabaglio estuvo estrechamente vinculado a Jacques Delors, Presidente de la Comisión Europea, durante los años cruciales en que se estaban sentando las bases de la moderna Unión Europea. Él y Delors compartían una visión social de Europa, un proyecto que no era sólo económico, sino que situaba la justicia social y los derechos de los ciudadanos en su centro. Su colaboración dio lugar a políticas que permitieron una mayor inclusión de los interlocutores sociales en la toma de decisiones europea, dando lugar a un diálogo social más estructurado e institucionalizado. En este sentido, Emilio Gabaglio puede considerarse un sucesor espiritual del método de Jean Monnet, el fundador de la integración europea, cuyo enfoque progresista y pragmático de la construcción europea encontró eco en la obra de Gabaglio. Al igual que Monnet, Gabaglio creía en la necesidad de tender puentes entre los distintos agentes sociales y políticos, convencido de que sólo se podía progresar mediante el diálogo y la cooperación, con el fin de crear una visión compartida de lo que Europa debía llegar a ser.

Quienes le conocieron recordarán a Emilio Gabaglio no sólo como un gran líder, sino también como una persona de extraordinaria humanidad. Era una persona humilde, nunca distante, capaz de hacer accesibles cuestiones complejas y de actuar siempre con un profundo sentido de la justicia.

Nos reunimos en torno a la familia con afecto y gratitud por Emilio, un hombre que dedicó su vida a construir una Europa más justa, más social y más solidaria.

La AJM estará presente en el homenaje que se celebrará en el Parlamento Europeo (Bruselas) el 22 de noviembre.

Lieven Taillie con Markus Beyrer

Una sala abarrotada, con unas 400 personas, para honrar la memoria de este gran sindicalista resueltamente comprometido con una Europa más social y una Europa mejor unida en el Parlamento Europeo el 22 de noviembre de 2024, 6 semanas después de su muerte. También fue uno de los miembros honorarios de nuestra asociación, que estuvo representada por Eric PestelLieven Taillie.

Reunidos por el Grupo S&D y la Confederación Europea de Sindicatos (CES), numerosos líderes sindicales y eurodiputados rindieron homenaje al que fue uno de los más ardientes defensores de la Europa social como secretario general de la CES de 1991 a 2003, en presencia de sus hijas y del comisario Nicolas Schmit. Entre los oradores se encontraban sus sucesores John Monks y Bernadette Segol, su adjunto Jean Lapeyre, dirigentes actuales como Luc Triangle (CSI), Miranda Ulens (ABVV-FGTB), Valeria Ronzitti (SGI Europe) y Olivier Valentin (CGSLB-ACLVB), y los eurodiputados Gabriele Bischoff, Vicepresidenta del Grupo S&D, y Dennis Radtke, del Grupo PPE.

Todos destacaron su inagotable energía para convencer de la necesidad de construir una Europa social y de incluir un capítulo social en los Tratados, especialmente durante los debates sobre el Tratado de Maastricht. Dotado de una personalidad dulce, incluso humilde, supo ser a la vez diplomático, convencido de que el camino recto no siempre era el más corto, y firme, en particular organizando grandes manifestaciones en Bruselas y Niza que dejaron su huella en la historia sindical europea.

En su lucha, Emilio Gabaglio se benefició del apoyo e incluso de la complicidad de Jacques Delors que, él mismo antiguo sindicalista, quería contrarrestar la implantación del mercado interior con el apoyo a los trabajadores que podían sufrir las consecuencias.

Situando el legado de Emilio Gabaglio en un contexto actual, los ponentes destacaron su lucha contra la extrema derecha e incluso las dictaduras, como en España, Portugal, América Latina y Polonia con Solidarnosc, con la convicción de que no puede haber democracia sin una verdadera Europa Social y no puede haber una verdadera Europa Social sin democracia.

En un momento en que incluso el derecho de huelga está siendo cuestionado en algunos países europeos, todos reiteraron la importancia de que los sindicatos se unan en Europa, porque el fondo les une si la forma les diferencia. Incluso el coordinador del PPE del comité EMPL, Dennis Radtke, subrayó los puntos de convergencia, entre ellos la garantía de salarios decentes.

Esther Lynch, actual Secretaria General de la CES, que dirigió los debates a lo largo de la mañana, concluyó este homenaje asegurando que su confederación continuaría la línea europeísta y prosocial de Emilio Garbaglio, como la que preconiza la Asociación Jean Monnet.

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